Recuerda donde estas.

Mayo, 2008

Habían pasado alrededor de dos semanas desde mi llegada a Etiopia. Ese
tiempo fue mas que suficiente para perder la noción del tiempo,
distinguiendo solo el dia de la noche. Habiamos trabajado mucho, muchisimo,
bajo el sol y bajo la luna. El dormir era algo que solo hacíamos por la
necesidad de nuestros cuerpos, pero si pudiesemos, hubieramos estado muchas
mas noches sin dormir. Eran muchos los chicos con hambre, mas que hambre.

Ya era hora, si bien yo no quería, mi cuerpo me pedía parar. Así fue que
fui para Awassa, para mi primer descanzo, una Ciudad sobre un lago con el
mismo nombre. Si bien no se puede decir que sea una ciudad turística, tiene
varios hoteles, muchos restorants, algunos bares, y hasta sale en la guia
Lonly Planet de Etiopia.

Aproveche al maximo ese dia y medio que estube ahí, camine, anduve navegando
un poco, en el poco internet que enontré.

La verdad que me sentía raro luego de tanto trabajo, debo que admitir, que
mas de una vez pensé en alguno de mis pacientitos, algún tratamiento que
modificar, alguna actividad que mejorar. En especial me acordé de Gameto, el
chico mas tierno que conocí aquí. A pesar de su malnutrición y constante
tendencia a la deshidratación, no era necesario rehidratarlo medicamente, ya
que él solito se cruzaba todo el campamento hasta la carpa donde estuviese
trabajando yo y me pedia "Bissan, bissan" extendiendo sus vaso plástico
para que yo se lo llenase con agua. Él fue uno de los chios que envie al
otro centro de estabilizacion de desnutridos que abrimos en Sembete, a una
hora, en el camino hacia Awassa. Recuerdo que ese dia se fue en la Land
Cruiser con una botella plástica que yo le habia dado para el viaje. Eso no
fue muchos días antes que yo me fuera de descanzo, asique cuando pase por
Sembete, camino a Awassa, aproveche para conocer el nuevo centro de
estabilización y de paso visitar a mi amiguito. No habré estado mas de
veinte minutos ya que estabamos de paso, pero me quedé muy preocupado porque
Gameto no estaba bien, los edemas habian veulto, se habia descompensdo. Con
el poco tiempo que tenia deje todas ls indiaciones a la enfermera que estaba
a cargo, hasta que volviera la Doctora asignada a ese centro al siguiente
día. No lo vi bien, por eso él era uno de los pacientitos que me preocupaba
y no me permitio desconectarme del todo.

De todas maneras pude disfrutar del descanzo, me invitaron a la ceremonia
del café, copré en el supermercado algunas provisiones. También fui al lago
a pasear en bote donde pude verle las orejitas y los ojitos a unos
hipopótamos que andaban nadando por ahí. Aguilas pescadoras, muchos pajaros
de todos colores y algunos monos completaron mi avistaje de fauna africana.

El tiempo pasó rápido y mi dia de descanzo acabó, asique eprendí mi retorno
hacia Rhopi, el pueblo donde yo estaba basado. El viaje se hizo largo,
debido a que salimos tarde, y además debíamos hacer algunas compras en la
ciudad, al final tuvimos que pernoctar en Shashamene, otra pequeña ciudad en
el cruce de la ruta principal con la que nos lleva hacia el área donde
trabajamos.

Luego de desayunar emprendimos el viaje, pasando por Sembete, con destino
final Rhopi. Solo parábamos unos minutos como para descargar algunas de las
cosas que compramos para esta base, en ese tiempo aproveche para ir al
Centro de estabilización. Fui derecho a ver donde estaba mi amiguito, y lo
encontre en una de las tiendas donde estaba la Doctora y tres enfermeros,
uno de los cuales le estaba dando medicación endovenosa. Gameto estaba
acostado en una camilla donde estaba por recibir una medicación. Él se puso
contento de verme al igual que su madre. Salude a todos, y me quede
conversando con la doctora que me iba explicando como estaba ahora, el
tratamiento que le habia dado y yo le contaba como habia estado al
principio. El niño, indiferente a nuestra conversación, recostado en la
camilla a mi espalda, jugaba con la mano que yo le extendía, dandome
pequeños golpecitos con la suya. Me habia alegrado verlo mucho mejor con
menos edemas, sonriente y capaz de jugar. Mientras el enfermero que lo
estaba medicando se alejó de él, siento que Gameto me agarra la mano,
fuerte, demaciado fuerte, como temblando, algo me quería decír, algo no
estaba bien. Me doy vuelta inmediatamente, él habia comenzado a
convulsionar, me miraba asustado. Estaba haciendo una reacción al
medicamento que le acababan de dar. Paso todo tan rápido, tan rápido, eramos
cuatro personas intentando reanimarlo, habia entrado en paro cardiaco. La
madre miraba, no entendía, pero conprendía bien lo que pasaba, lagrimas
recorían su cara, su hijo se estaba muriendo. Él nos estaba dando un
mensaje, nos estaba recordando donde estabamos, en donde esta la
malnutrición, en un lugar donde los niños se estan muriendo de hambre,
literalmente muriendo.

Él no fue ni el primero ni el último en morir en nuestros centros de
estabilización, ellos tuvieron la oportunidad de recibir tratamiento médico,
no todos los niños malnutridos en el mundo tienen esa oportunidad. La
malnutrición aguda severa es una enfermedad muy grave donde los chicos
pueden morir en cualquier momento, especialmente cuando se le da la espalda,
como hacen muchos gobiernos.

Comentarios

  1. Fuerza Emi, continua asi, que nosotros te seguimos.Es muy bueno sabes de vos, no dejes de dar noticias. Un abrazo grande de un amigo ya cordobes. PD: Cordoba sigue tal cual como la describiste.

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  2. hola Emi es muy triste lo que contas pero que suerte que estas ahi para ayudar.
    aca no es tan grabe pero tambien pinta mal y el gobierno igual que alla da la espalda: al norte continua la sequia y a los niños no les queda otra que tomar agua sucia y salada...
    besos

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