Otro dia...

Ya es otro dia, como quedé ahora les puedo contar, que fue de Miguel, asi se
llama el bebe de cuatro meses que entro hace unos días con una deshidratación
severa, que emperoró mucho el primer día. Como les contaba fue muy duro, la madre
no paro de llorar todos los días. Cuando comprendi y conoci mas de "su historia"
tambien era dificil no llorar. Esta mujer tenia 9 hijos, de los cuales 8 estan
muertos, la mayoría dentro de los primeros seis meses. Miguel era el último hijo,
el único que le quedaba, y ya por su edad sería dificil que siguiera intentando
tener mas hijos. La respiración de este niño estaba muy mala desde el ingreso
hasta el último día, profunda, rápida, ineficiente. La piel seca, si la apretabas
se moldeaba como si de plastilina se tratase. Mucha diarrea, casi constante
también vómitos. Fue dificil, no solo luchar contra la enfermedad, sino tambíen
intentar que la madre no baje sus brazos, que ya estaban por el suelo de tanto
enterrar hijos. ¿Que se le puede decir a alguien con su historia? La verdad que
no se, pero pudimos convencerla varias veces que no se lo llevara a Miguelito a
morir a la casa; que no lo llorara mientras aun respiraba.
Hoy ya es otro día, esta mañana cuando llegue al centro, lo primero que fui a
hacer es darle el alta a Miguelito, ya esta bíen con fuerzas para llorar con
buenas lágrimas por su leche materna, y contento en las costas de su madre, que
se fue con una sonrisa mas grande, la mas grande que "su historia". Hoy es otro
día para Miguel.

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