Los Bueyes del General.
Era una mañana normal, como casi todas las que han pasado en este tiempo en
Cangola. Estaba trabajando en el Centro de Salud, en la carpa del banco de
urgencia, afuera se escuchaba la discusión de una mujer que muy enojada porque la
esposa de su hermano junto con su madre habían golpeado y mordido a su hermano,
al punto de que tuvo que estar internado unos días. Se escucho un rato de
confusión, luego siguió un silencio sospechoso, por lo cual salí de la tienda
donde estaba para ver que ocurría. Vi a esta mujer dirigiéndose apresurademante
hacia la calle, seguida por casi la totalidad de personas que estaban esperando
ser atendidas o visitando algún enfermo. ¿La confusión se habría trasladado a la
calle? Por la cantidad de personas que había allá parecía algo grande. Hasta
alcancé a observar unos policías yendo y viniendo Y bueno... no quedaba otra que
ir a ver que pasaba, la curiosidad es más grande. Me esperaba encontrar una
escena de lucha entre dos mujeres, pero encontré algo totalmente inesperado.
Las personas estaban juntándose del otro lado de la calle, y no eran únicamente
las que estaban en el centro de salud, se podría decir que era todo el pueblo!
Hasta me animaría a decir que ahí debía haber gente de otros poblados. Estaban
todos rodeando un campo que hay sin construcción alguna, solo pastizales
crecidos. Tuve que hacer un pequeño esfuerzo para abrirme lugar entre las
personas, vi muchas caras conocidas, hasta ya estaba ahí una de mis colegas
mundele. Todos hablaban y opinaban de lo que había generado tal convocatoria.
Totalmente indiferente a todas estas personas estaba en el centro de este
descampado una manada de bueyes. Evidentemente no eran Bueyes salvajes, aunque
algunos tenían cuernos bien crecidos. Serían cuarenta, o cincuenta, algunos
opinaban que no llegaban a 30, los niños intentaban contarlos. Había de todos los
tamaños, de color marron claro a bien oscuro. Había que escuchar y preguntar para
saber de donde venían, porque si de algo que estoy seguro, como Argentino que
soy, es que por aquí no hay muchos bovinos, los he buscado y en la provincia de
Uige no hay casi. Comencé a escuchar: “vienen con la tropa, los Unita” “No, para
nada son de las FAA.” “Hay unos 140 más que están llegando” “Los están cuidando
unas personas que están armadas con metralletas, casaca camuflada y boina de
tropa, aunque llevan pantalones comunes.” “Vienen de Malange”; “Van a negage”,
“No, van a Uige.”; “los hombres que las trajeron están en la policía siendo
identificados” “Ehhh, cada uno debe salir unos 70000 kuanzas!” “No, si en
Vengueta salen 4000 cada uno!”
Y asi pasaron los comentarios, por cada comentario siempre alguien emitía un
contra comentario negando el del vecino. A todo esto los Bueyes pastaban
totalmente indiferentes a la multitud. Poco a poco a medida que los bueyes se
iban cansando se acostaban a la sombra de un árbol, también los comentarios
comenzaban a acallarse, y hasta unificarse: “Son de un general, son unos 40, van
hacia Uige, y las personas que los traen los están cuidando de los gatunos*!”
Poco a poco el pueblo volvió a la normalidad, solo quedaban algunos de los chicos
que nunca en su vida habían visto algún buey.
Al día siguiente volvíamos de un viaje que tuvimos que hacer fuera del pueblo y
en el camino veíamos el rastro que había dejado esta manada, y no precisamente
huellas, ya sabíamos que se habían ido de Cangola y por que camino.
Así fue el día en que nos visitaron los bueyes del general.
*gatunos: ladrones; choros; amigos de lo ajeno, etc.
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