Loki... (El gran vuelo 4...)

Uno a uno, subimos literalmente por la puerta del Dash-8 que hace también de escalera cuando se encuentra abierta. En el corredor, entre las dos hileras de asientos, hay que caminar agachados ya que el techo del avión es bastante bajo. Me senté en la parte trasera, elegí el asiento desocupado que me parecía que tendría la mejor visibilidad. Ya que la tarjeta de embarque no tenia número de asiento, era un simple cartón plastificado con el logotipo de la empresa impreso de un lado, se la quedó la persona que nos llamo hacia el avión, así la podrían utilizar en el próximo vuelo de la compañía. Este bimotor turbohélice por dentro parecía un avión comercial cualquiera solo que en tamaño pequeño, hasta tenia las señales de ajustarse el cinturón y el comandante hablo por los parlantes diciendo otra vez el discurso antes del despegue, claro que esta vez bastante mas simplificado que en los otros vuelos.
Duro unas dos horas el viaje, me costaba quedarme despierto, pero no quería perderme ningún detalle de Kenia. Si bien las ventanas de este avión tenían los vidrios (en realidad son de acrílicos) muy rallados lo que no permitían ver tan bien como me hubiera gustado. Sobrevolamos la savana keniana, luego llegamos a un pequeño cordón montañoso después del cual comenzaba a ser mas desértico el paisaje con vegetación mas escasa y amarillenta.
Yo no podía mantener la cabeza erguida del sueño, pero quería verlo todo, además el piloto anunció que en pocos minutos aterrizábamos en Lokichochio.
En el aterrizaje se noto que este no era un avión de los grandes, ahora se sentía como el viento mecía el avión de un lado a otro y el piloto tenía que acomodarlo con el timón de cola para entrar en la posición correcta en la pista. Al tocar el asfalto las piedras levantadas por las ruedas del avión golpeaban el fuselaje. Este aeropuerto es distinto a los que había estado, la pista era casi tan grande como la de los aeropuertos internacionales, aunque los edificios a su alrededor son bien pequeños y sin todos los lujos de los otros lugares. Además jaca se veían avionetas de todo tipo, más algunos helicópteros y aviones de carga.
Loki es un caserío, en el desierto, pero es como un oasis internacional. En ese lugar tienen base casi todas las ONG y organismos gubernamentales que trabajan en Sur sudan, y norte de Uganda y Kenia. También muchas dependencias de las naciones unidas tienen base logística aquí. En el camino desde la terminal aérea hasta la casa MSF vi algunsa personas de la tribu ambororo, que llevan muchos collares de todos colores en el cuello.
Cuando llegue a compound de MSF quien me recibió me dio la buena noticia, mi próximo avión salía al otro día, aunque debía estar en el aeropuerto a las 6 de la mañana. Aunque sea un poco podría dormir.

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